Los tiempos han cambiado y con ello nuestra salud mental se ha visto más comprometida. En estos años de pandemia, las alarmas y preocupaciones en nuestra cabeza han sido encendidas.
En estos tiempos, la depresión, ansiedad, ataques de pánicos y otros trastornos, son los más comunes. Por lo tanto; se ha incrementado a nivel mundial el uso de fármacos para atacar dichas enfermedades psicológicas.
En la Confederación de Salud Mental de España, en marzo de 2021, un grupo de expertos evaluaron el impacto de la pandemia en materia de salud mental.
Para las doctoras Sari Arponen y Olalla Otero, la salud mental podría mejorar con unos correctos hábitos de vida y poniendo el foco en el equilibrio de la microbiota.
La microbiota: Eje intestino-cerebro
Según la Dra. Olalla Otero, bióloga y experta en microbiota, 100 billones de microorganismos que pueblan nuestra microbiota humana pueden afectar directamente a una correcta función cerebral.
Explicó “que un correcto equilibrio de la microbiota no solo es esencial para la salud intestinal, sino también para la extraintestinal”
Aseguró que “la revolución que supuso entender que entre nuestro cerebro y nuestro intestino existe una comunicación bidireccional es tremenda”
“Nuestras bacterias intestinales producen sustancias neuroactivas, como por ejemplo hormonas o neurotransmisores, que son capaces de afectar al funcionamiento del sistema nervioso central”, reseñó.
“Tanto el estrés mantenido en el tiempo característico de nuestra sociedad como la gestión emocional en general tiene un impacto directo en la composición de la microbiota, a la vez que nuestros “bichillos” intestinales impactan en la función cerebral”, manifestó Otero.
Nueve tips para mejorar la salud mental
Ritmos circadianos
El descanso es muy importante, por lo tanto no dormir correctamente puede afectar a la microbiota y viceversa, ya que nuestras bacterias influyen en la producción de neurotransmisores, como la melatonina.
Tóxicos ambientales
Los pesticidas, microplásticos, metales pesados e incluso algunos aditivos alimentarios alteran la composición de la microbiota.
Estrés crónico
Provoca que nuestro sistema inmune esté en alerta, inflamando y desequilibrando la microbiota.
Alimentación
Depende de cómo sea nuestra alimentación será la microbiata, debe ser variada, rica en nutrientes y prebióticos; comida de nuestras bacterias.
Ejercicio
Importante ya que ayuda a incrementar bacterias como la Akkermansia (relacionada con el metabolismo y la pérdida de peso) y también reduce bacterias patógenas.
Socialización
Cada vez que socializamos con personas, inclusive mascotas, intercambiamos microorganismos, que nos dotan de una microbiota más rica y saludable.
Contacto con la naturaleza
Los espacios verdes son ricos en diversidad, parques, bosques, entre otros, ya que nos ayuda a tolerar mejor el estrés y nos da un estado de bienestar.
Sobremedicación
Los fármacos y antibióticos impactan de manera directa en nuestra comunidad intestinal bacteriana.
Psicobióticos
Probióticos humanos de IV Generación formulados con cepas específicas capaces de incidir en la función cerebral. Son una herramienta terapéutica eficaz para actuar en el eje intestino-cerebro.
Las doctoras Sari Arponen y Olalla Otero, expertas en microbiota, nos dan estas recomendaciones que ayudan a mejorar nuestra salud mental.
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