Un brote de fiebre amarilla ha causado la muerte de al menos 20 personas en Colombia desde principios de año, lo que ha llevado al Gobierno a declarar una emergencia sanitaria y económica.
La enfermedad se está propagando a regiones previamente no afectadas, impulsando una campaña de vacunación masiva priorizando a mayores de 59 años.
Hasta ahora, 54,269 personas han sido inmunizadas, con Tolima como el epicentro de la crisis (41 de 47 casos).
El aumento de temperaturas facilita la expansión del mosquito Aedes Aegypti a áreas urbanas como Bogotá.
La OPS advierte que la fiebre amarilla es endémica en zonas tropicales, el presidente Petro enfatizó que la emergencia se decreta por la «VIDA»
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