La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) se pronunció tras los lamentables hechos ocurridos esta semana, en la comandancia de Policarabobo, donde 68 personas que perdieron la vida, calificando el suceso como una masacre.

Mediante un comunicado la CEV indicó: “Urge la voluntad decidida, la sinceridad más diáfana y la disponibilidad más eficaz para encarar con verdad y autenticidad las causas y circunstancias de lo ocurrido, para proceder con justicia, responsabilidad y eficacia”.
Asimismo, lamentó que este evento era previsible, debido a las condiciones de hacinamiento que se han denunciado en las distintas cárceles venezolanas, además del retardo procesal, la impunidad y corrupción en el sistema judicial.
“No es temerario afirmar que lo ocurrido se inscribe en una fatídica crónica anunciada y denunciada, habida cuenta de la cadena de imprevisiones, carencias, distorsiones y complicidades que imperan en el entramado judicial, policial y penitenciario”, declara el texto.
“ Basta ya, de compatriotas crucificados por el dolor, la angustia, la injusticia, porque hay que devolver su lugar de honor a la presunción de inocencia mientras no haya condena firme y porque incluso el culpable de delito debe ser tratado siempre con respeto en sus derechos humanos básicos y la expectativa de su reinserción social positiva”, añade.
De igual manera hizo un llamado a la reflexión: “Atrevámonos a la verdad, porque la verdad nos hará libres. Verdad de investigación correspondiente, exhaustiva y convincente. Verdad política de asumir las consecuencias de responsabilidades o culpabilidades por acción u omisión. Verdad ética y espiritual de conversión, de cambio de rumbo, de nueva humanización como personas y como pueblo.
La CEV aprovechó la oportunidad para extender sentimientos de condolencia, así como muestras de solidaridad humana y cristiana a las familias afectadas por la tragedia.
Con información de El Nacional
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