El conductor que atropelló a un agente del FBI, que era de origen venezolano, no irá a prisión sino que tendrá que pagar una multa de 280 dólares, según lo reseñado por El Nuevo Herald.

El chófer de nombre Roberto Garza Palacios, enfrentaba un cargo de conducción negligente, debido a la muerte causada a Carlos Wolff y Sander Cohen.
Los fiscales determinaron que el conductor no manejaba desconsideradamente de una forma imprudente por la vida humana.
La esposa del agente del FBI, María Wolff, indicó a los medios de comunicación que la sentencia fue como una cachetada a su familia y que nunca esperaron que el crimen quedara impune de esa manera.
Wollf se mudó a Estados Unidos cuando tenía ocho años de edad. En los últimos años trabajó en la División de Crimen del FBI.