El cantante country Billy Ray Cyrus y su expareja, la artista australiana Firerose, se encuentran en medio de un escandaloso divorcio plagado de acusaciones mutuas de abuso y manipulación.
Aislamiento y control: Las penurias de Firerose
Firerose, cuyo nombre real es Johanna Rose Hodges, ha revelado en una entrevista con Page Six del New York Post que Cyrus la sometió a un “aislamiento sistemático” durante su matrimonio, imponiéndole “reglas estrictas” que controlaban todos los aspectos de su vida.
La cantante afirma que no tenía permitido tener su propio automóvil, que sus salidas sociales estaban severamente restringidas y que dependía económicamente de Cyrus.
“Es un hombre malvado”, declaró Firerose al referirse al cantante.
Cyrus contraataca: Acusaciones de aislamiento y abuso
En respuesta a las acusaciones de Firerose, Cyrus ha publicado un mensaje enigmático en Instagram, sugiriendo que la verdad saldrá a la luz pronto. Sin embargo, ni él ni sus representantes han emitido comentarios oficiales al respecto.
No obstante, en sus documentos de divorcio, el cantante acusa a la australiana de aislarlo y de impedirle comunicarse con una de sus hijas. A su vez, describe una situación de abuso verbal, emocional y físico por parte de ella.
Un matrimonio fugaz y conflictivo
La pareja se conoció en 2021 durante la grabación de la canción “New Day”, y su relación culminó con una boda en octubre de 2023.
Sin embargo, el amor se tornó en conflicto rápidamente, y tan solo siete meses después, Cyrus presentó la solicitud de divorcio alegando “conducta marital inapropiada” por parte de Firerose.
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