El pasado domingo, el Manchester City conquistó la Copa de la Liga inglesa tras superar en tanda de penales al Chelsea (4-3), después de que los 90 minutos reglamentarios y la prórroga acabasen 0-0.

En este sentido, el City revalida el título de 2018 y sigue en disposición de acabar la temporada con cuatro trofeos (aspira también a la Premier League, la FA Cup y la Liga de Campeones).
Sin embargo, el final del partido estuvo marcado por una escena surrealista en la que el portero del Chelsea, Kepa arrizabalaga, se negó a ser sustituido por el técnico italiano Maurizio Sarri. Al atajar un disparo del delantero argentino Sergio Agüero, el joven arquero español sufrió un calambre y se quedó tendido en el terreno de juego, motivo por el que se encendieron las alarmas en el equipo londinense y Sarri autorizó el ingreso de Willy Caballero al campo pero no llegó a efectuarse debido a la oposición de Kepa.
Al final, Kepa participó en los penales y llegó, incluso, a parar el disparo de Leroy Sané, pero los aciertos de Ilkay Gündogan, Agüero, Bernardo Silva y Raheem Sterling dieron el título al City frente a un Chelsea en el que fallaron en la tanda decisiva los brasileños Jorginho y David Luiz.
Con información de Panorama