Un reciente estudio ha desvelado una alarmante realidad, nuestros envases de alimentos están contaminados con casi 200 sustancias químicas vinculadas al cáncer de mama.
Entre estos compuestos destacan las PFAS, conocidas como ‘sustancias químicas eternas’, que se acumulan en el organismo y se asocian a un mayor riesgo de cáncer y otras enfermedades graves.
Este hallazgo representa una seria amenaza para la salud pública, exponiendo a millones de personas a sustancias potencialmente cancerígenas.
Es fundamental que los gobiernos y las industrias tomen medidas urgentes para eliminar estas sustancias tóxicas de nuestros alimentos y proteger nuestra salud.
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