Un informante en el caso contra el expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, quien cumple una condena por actos de corrupción, confesó que los fiscales en la causa de Lava Jato prácticamente lo obligaron a incriminar al exgobernante Partido del Trabajo (PT).

El exsuperintendente de Odebrecht, Carlos Armando Paschoal, testificó en otro caso el pasado 6 de julio presentándose como «colaborador» de Lava Jato. Con ese testimonio, Paschoal recibió condena únicamente a dos años de prisión con régimen abierto.
También señaló a los funcionarios del Ministerio Público de Brasil al consultarle qué motiva a las personas a hacer delaciones.
«En el caso del sitio (la casa atribuida al expresidente Lula que fue remodelada por Odebrecht supuestamente en pago de un soborno), que no tengo absolutamente nada que ver, por ejemplo, casi me coaccionaron para que diera cuenta de lo que había sucedido. Y yo, en realidad, en ese caso, identifiqué al ingeniero para hacer el trabajo. Tuve que construir una historia», expresó.
En febrero de 2019, la justicia afirmó que el líder del PT recibió un millón de reales (unos 270 mil dólares) por las reformas del inmueble y condenó al expresidente a 13 años de prisión por presunta corrupción y lavado de activos, en lo que resultó la segunda sentencia contra Lula.
Al conocer el relato del exdirectivo de Odebrecht, el abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, reiteró que existe una estrategia político-judicial para encarcelar a su cliente. «Solo refuerza lo que dijimos», manifestó.
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