El gobierno venezolano ha puesto en marcha el Plan de Independencia Productiva Absoluta, una estrategia diseñada para fortalecer la economía del país frente a las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos a la empresa Chevron.
Esta medida responde a la decisión del gobierno estadounidense, liderado por el presidente Donald Trump, de ceder ante las presiones de la oposición venezolana, según un comunicado oficial.
«El nuevo gobierno de los EEUU ha sucumbido a la presión de sectores opositores fracasados y derrotados de Venezuela, al sancionar definitivamente a la empresa estadounidense Chevron», dice el comunicado.
En este sentido el gobierno venezolano ha calificado estas acciones como un perjuicio para el pueblo, al tiempo que señala que también afectan la seguridad jurídica de las inversiones de empresas estadounidenses en el extranjero.
«El nuevo gobierno de EEUU pretendiendo hacer un daño al pueblo venezolano, esta autoinflingiendo; un perjuicio al causar incremento en el precio de los combustibles y afectando la seguridad jurídica de las inversiones de sus empresas en el extranjero; poniendo en entredicho la supuesta y engañosa libertad económica», reza el comunicado.
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