Li Hao, el hombre que mantuvo a seis mujeres como esclavas sexuales en un calabozo que él mismo excavó bajo su sótano y mató a dos de las mujeres, fue ejecutado hoy en Henan, una provincia china.
El hombre, de 36 años, fue condenado a muerte en 2012 después de ser declarado culpable de asesinato, violación, detención ilegal (secuestro), prostitución organizada y elaboración de pornografía.
Hao, de origen chino, apeló la sentencia pero ésta fue rechazada por una instancia superior y la pena recibió el visto bueno del Tribunal Supremo chino.
El sujeto, vivía una «vida normal» a ojos de los demás, era casado y tenía un hijo pero eso no lo detuvo para violar repetidamente a las mujeres. Según informes, Li excavó personalmente la mazmorra bajo un sótano que compró en la ciudad de Louyang, en Henan, en el año 2009.
Las mujeres estuvieron cautivadas entre dos y 21 meses, en su estancia, las obligaba a participar en espectáculos pornográficos que se transmitían por internet, además de ser partícipes en actos sexuales con clientes.
Era tal la crueldad con las que las trataba que obligó a tres de las mujeres a matar a otras dos durante el tiempo que las mantuvo en cautiverio.
El chino fue ejecutado este martes. Fue detenido después de que una de las mujeres lograra escapar y denunciara el caso.
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