El Parlamento de Hungría ha aprobado una enmienda a la ley de reunión que, en la práctica, prohíbe manifestaciones LGTBIQ+. Esta decisión, impulsada por el partido Fidesz del primer ministro Viktor Orbán, asegura la medida busca «proteger a los menores», lo que ha desatado una ola de críticas y acusaciones de homofobia por parte de organizaciones de derechos humanos y la comunidad LGTBIQ+.
La nueva legislación prohíbe específicamente «las reuniones que promuevan o exhiban el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad». Esta medida ha sido vista como un ataque directo a la comunidad LGTBIQ+ y sus derechos fundamentales.
La enmienda se basa en la controvertida «ley de defensa de menores» de 2021, que vincula la homosexualidad con la pederastia y restringe la información sobre diversidad sexual en escuelas y medios de comunicación.
Esta ley ya había generado fuertes críticas de la Unión Europea y organizaciones internacionales, que la consideran «discriminatoria» y «contraria a los valores de la UE».
La comunidad LGTBIQ+ húngara, liderada por organizaciones como Pride Budapest, ha denunciado que el gobierno de Orbán utiliza a la comunidad como «chivo expiatorio» y restringe sus derechos de forma sistemática.
Reacciones y controversia:
La oposición política y organizaciones de derechos humanos han calificado la nueva ley como un ataque a la libertad de expresión y reunión.
Asimismo Pride Budapest ha emitido un comunicado denunciando la ley como «fascista» y un intento de silenciar a la comunidad LGTBIQ+.
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