Mérida inauguró el mural más grande del mundo dedicado al venerable doctor José Gregorio Hernández, un homenaje que resalta su inminente santificación y su profundo arraigo en el corazón de los venezolanos.
La majestuosa obra, titulada «Nuestro santo venezolano», adorna la fachada del Colegio de Médicos de Mérida y se erige como un testimonio de fe y admiración. Con dimensiones de siete metros de alto por cinco metros de ancho, el mural está compuesto por más de 40.000 piezas de cerámica importadas, meticulosamente ensambladas para crear una imagen imponente del «médico de los pobres».
Detalles que inspiran devoción
La imagen de José Gregorio Hernández, plasmada en el mural, incluye detalles simbólicos que enriquecen su significado. En uno de sus ojos se refleja la Catedral de Mérida, mientras que en el otro se observa el Hospital Universitario de los Andes, dos instituciones emblemáticas de la ciudad.
Además, una corona de luz y espiritualidad, elaborada con cristales de Swarovski, espejos y piedras preciosas, adorna su cabeza, irradiando un aura de santidad.
Bendición y reconocimiento
El cardenal Baltazar Porras, exarzobispo de Mérida, tuvo el honor de bendecir el mural, destacando su importancia como un símbolo de fe que irradia luz desde la meseta merideña hacia el mundo entero.
Cristian Pino, presidente del Colegio de Médicos de Mérida, expresó su profunda satisfacción por el resultado de la obra y agradeció al talentoso artista barquisimetano Luis Enrique Mogollón, así como a los demás artistas merideños que colaboraron en su creación.
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