Una ola de incendios forestales sin precedentes azota el sudeste de Corea del Sur, dejando un saldo devastador de al menos 24 personas fallecidas y miles de evacuados. La tragedia, que comenzó hace seis días en el condado de Sancheong, provincia de Gyeongsang del Norte, se ha propagado rápidamente a las áreas circundantes de Uiseong, Andong, Cheongsong, Yeongyang y Yeongdeok, consumiendo más de 17.000 hectáreas de terreno.
Las condiciones climáticas adversas, caracterizadas por fuertes vientos y un ambiente extremadamente seco, han exacerbado la situación, dificultando las labores de los equipos de extinción. Entre las víctimas fatales, 20 fueron encontradas en Uiseong y cuatro en Sancheong, según reportes de la Sede Central de Contramedidas de Seguridad y Desastres. Lamentablemente, un piloto perdió la vida en un accidente de helicóptero mientras participaba en las tareas de combate al fuego en Uiseong.
La emergencia ha obligado a la evacuación de más de 27.000 personas, mientras que decenas han resultado heridas, seis de ellas de gravedad. Los esfuerzos por controlar las llamas involucran a miles de efectivos y cientos de equipos, apoyados por helicópteros de extinción.
La magnitud de los incendios en Corea del Sur ha puesto en peligro el patrimonio cultural del país, con el fuego avanzando peligrosamente hacia el pueblo de Hahoe, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además, estructuras históricas como el templo Goun de Uiseong, construido en el año 681, han sufrido daños considerables.
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