En un esfuerzo por mejorar la seguridad en el sistema de metro de la ciudad, el alcalde de Nueva York, Eric Adams y el jefe de Tránsito de la Policía, Michael Kemper anunciaron la instalación de detectores de armas en varias estaciones.
Esta medida se produce a pesar de una reciente disminución en los delitos generales en el metro, atribuida al aumento de la presencia policial.
En este sentido Kemper aseguró que los detectores «llegarán pronto» y que se están gestionando «asuntos logísticos finales».
También mencionó que se hará un anuncio oficial con información sobre las «normas» y las «metodologías» de equipamiento, que según los medios locales es de la marca Evolv, para no pillar a nadie por «sorpresa».
La instalación de los detectores de armas ha sido recibida con opiniones mixtas. Algunos defensores de la medida la ven como una forma necesaria para proteger a los pasajeros, mientras que otros critican la medida como una invasión a la privacidad.
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