
Este viernes, Clarisa Figueroa, de 46 años, y Desiree Figueroa, de 24 fueron acusadas sin derecho a fianza del crimen atroz que conmocionó a la comunidad de Chicago.
Las acusadas revelaron durante la audiencia cómo asesinaron a la joven embarazada, a quien engañaron para que observara las fotos del hijo y hermano difunto de las atacantes.
Según los reportes, la mayor de las mujeres le colocó un cable en el cuello a la víctima. Cuando ésta se resistió al ataque y trató de quitarse el cable, la madre reclamó a la hija: “No estás haciendo tu maldito trabajo”.
Entonces, Desiree comenzó a quitar los dedos de la embarazada del camino del cable hasta que pudieron estrangularla.
Por la forma como fue cometido el asesinato, la jueza Susana Ortiz dijo que sentía que “es grande la presunción” de que ellas cometieron “un asesinato brutal y atroz” y que representan un peligro “real y presente” para la comunidad.
Ortiz también le negó fianza al novio de Clarisa, Piotr Bobak, de 40 años, acusado de ocultar un homicidio.
Con información de El Diario