La alfalfa (Medicago sativa), tiene grandes beneficios medicinales y nutricionales que la han convertido en un tesoro invaluable para la salud humana.
Esta planta sido cultivada y valorada desde hace más de 6.000 años por sus propiedades nutricionales y medicinales. Las antiguas civilizaciones persas y árabes ya reconocían sus virtudes, utilizándola tanto para alimentar al ganado como para tratar diversas afecciones humanas. En la medicina tradicional china e india, la alfalfa ocupó un lugar destacado como remedio natural para mejorar la digestión, aliviar el dolor y fortalecer el sistema inmunológico.
También es una fuente rica de vitaminas y minerales esenciales, incluyendo vitamina K, vitamina C, cobre, manganeso y folato.
Su alto contenido de vitamina K la hace ideal para favorecer la coagulación sanguínea, mientras que sus propiedades antiinflamatorias la convierten en un aliado para quienes sufren de artritis.
Beneficios comprobados:
La alfalfa ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, respaldados por la ciencia moderna:
- Alivio de la artritis: Sus propiedades antiinflamatorias ayudan a reducir el dolor y la rigidez articular.
- Mejora de la anemia: Rica en hierro y clorofila, la alfalfa contribuye a aumentar los niveles de hemoglobina.
- Reducción del colesterol: Las saponinas presentes en la alfalfa ayudan a reducir la absorción de colesterol en los intestinos.
- Control de la diabetes: Contiene compuestos que estimulan la secreción de insulina y posee propiedades hipoglucémicas.
- Regulación de la presión arterial: Sus antioxidantes y minerales como el potasio y magnesio promueven la relajación de los vasos sanguíneos.
- Prevención de la osteoporosis: Gracias a su alto contenido en vitamina K, favorece la fijación de calcio en los huesos.
- Alivio del síndrome premenstrual (SPM): Sus fitoestrógenos ayudan a mitigar los síntomas hormonales.
- Reducción de la retención de líquidos: Sus propiedades diuréticas facilitan la eliminación de líquidos retenidos.
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