Las intensas lluvias que azotaron el pueblo de Kasaba, ubicado en el este de la República Democrática del Congo (RDC), durante los días jueves y viernes, han dejado una estela de muerte y destrucción. Las autoridades locales confirmaron, a través de un comunicado oficial, el lamentable fallecimiento de al menos 62 personas, mientras que otras 30 resultaron heridas a causa de la furia del agua y los fuertes vientos.
Lluvias torrenciales en el Congo devastan viviendas y cultivos
El poblado de Kasaba, situado a orillas del lago Tanganica, se vio gravemente afectado por la crecida del río homónimo, cuyo caudal aumentó drásticamente tras las intensas precipitaciones. La fuerza del agua arrasó con más de 150 viviendas, dejando a numerosas familias sin hogar. Además, las inundaciones causaron graves daños en campos agrícolas, lo que podría tener consecuencias a largo plazo para la seguridad alimentaria de la zona, e interrumpieron las actividades escolares.
«Este fenómeno provocó grandes inundaciones, ocasionando pérdidas humanas y daños materiales considerables», señaló el Gobierno de Kivu del Sur en el comunicado emitido, evidenciando la magnitud de la catástrofe natural.
Por su parte, Jacques Alimasi, presidente de la oficina de coordinación de la sociedad civil en Fizi, alertó sobre la posibilidad de que el número de víctimas sea aún mayor. Según sus declaraciones, la cifra de fallecidos ascendería a 109, y muchos cuerpos aún permanecen enterrados en el lodo, lo que dificulta las labores de rescate e identificación.
Ante la grave situación humanitaria, Alimasi realizó un urgente llamado al Gobierno nacional para que envíe ayuda a la zona afectada. La población de Kasaba necesita asistencia inmediata para hacer frente a las consecuencias de este desastre natural, especialmente en un contexto ya fragilizado por el conflicto en curso entre las Fuerzas Armadas congoleñas y el grupo terrorista M23.
El Gobierno provincial de Kivu del Sur informó que continúan las labores de búsqueda para recuperar los cuerpos de otras personas que aún se encuentran desaparecidas tras la tragedia. Asimismo, expresó su «más sincera compasión a todas las familias de las víctimas y particularmente, a las comunidades afectadas del territorio de Fizi», mostrando solidaridad en este difícil momento.
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