La crueldad de una madre estadounidense se evidenció cuando mató a su pequeño hijo de apenas dos años de edad que había mojado su cama, publicó Panorama.

La mujer, que responde al nombre de Kylen Shangreaux, primero le dió una paliza con un cinturón al pequeño, luego lo tiró al piso y allí continuó golpeándolo. Le propinó golpes en el estómago y en la cabeza. Según su declaración, el detonante de tanta violencia fue que el pequeño se había hecho pis en la cama.
El registro médico afirma que el pequeño llegó al hospital con 111 lesiones externas con alrededor del 70 por ciento de su cuerpo cubierto de hematomas. Tenía costillas rotas y tenía derrame de sangre en el cerebro y abdomen. La autopsia reveló que murió de un golpe violento.
La madre de Shangreaux y abuela del pequeño, Sonya Dubray, ayudó a la asesina a limpiar la escena del crimen, según Associated Press. Y CBS News informó que Dubray fue quien intentó engañar a los investigadores con una supuesta historia de abusos, pero no lo logró.
Antes de ser arrestada, Shangreaux huyó primero a White Clay, Nebraska, y luego a Rapid City, en Dakota del Sur.
En su declaración, Shangreaux admitió haberse enojado aún más después que el chico la mirara de reojo y la llamara Angie, en referencia a su tía paterna Angie Shangreaux, que tuvo la custodia del pequeño durante más de un año, pocas semanas antes del crimen.
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