Un juez colombiano condenó a 25 años y 8 meses de prisión a una mujer por el aberrante abuso sexual de su propia hija.
La víctima, quien tenía tan solo 8 años, fue obligada durante cinco años a mantener relaciones sexuales con distintos hombres a cambio de dinero.
Los hechos, en una vivienda del barrio La Cruz de Medellín, Colombia, fueron perpetrados con una crueldad inimaginable. La madre ataba y vendaba a su hija para facilitar los abusos, y la amenazaba con violencia física si se resistía. Las agresiones, que incluían quemaduras con cigarrillos, se repetían hasta tres veces al día.
El padrastro de la menor también fue hallado culpable y sentenciado a 21 años y 4 meses de cárcel por su participación en estos hechos atroces.
La Fiscalía logró demostrar la culpabilidad de los acusados gracias a contundentes pruebas que revelaron la magnitud del sufrimiento de la víctima. Este caso ha conmocionado a Colombia y ha puesto de manifiesto la importancia de combatir la violencia sexual infantil.
Puedes seguir leyendo: Japón en alerta: El tifón María se acerca a gran velocidad
