Este 24 de mayo se celebra la memoria litúrgica de la Beata Virgen María Auxiliadora. En 1860 se le aparece a San Juan Bosco y notificó que quiere ser honrada con el título de «Auxiliadora«; luego le señala el sitio para que le construya un templo en Turín, Italia.

En el año 1030 ya se le daba el nombre de «Auxiliadora» a la Virgen María, en Ucrania; por liberar aquella región de la invasión de las tribus paganas. A partir de allí se celebra cada año la fiesta de María Auxiliadora el 1ro de octubre en este país.
Esta advocación se hizo más fuerte ante la invasión de los turcos en 1571 donde San Pío V la invocó como María Auxiliadora de los Cristianos frente a las tesis protestantes; también como mano protectora frente a los caprichos de Napoleón Bonaparte que llevo al Papa Pío VII al destierro; de igual manera quiso marcar el 24 de mayo como su fiesta litúrgica en 1814,
Sin embargo, fue San Juan Bosco, el santo de María Auxiliadora, con el que la advocación encontró el mejor trampolín para su desarrollo y popularidad; «No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado»; «Cada ladrillo de esta iglesia es una gracia de la Virgen María», refiriéndose a la gran Basílica que en su devoción inició en 1863.
Con información de Vatican News