Este lunes, el ministro de Sanidad de la República Democrática del Congo (RDC), Oly Ilunga, dimitió a su cargo en protesta porque la Presidencia congoleña se hizo del control de la lucha contra el ébola; en el noreste del país.

El ministro de Salud dimitió por la «interferencia del gobierno», al considerar el segundo brote más letal de la historia con más de 1.700 muertos, y advirtió las consecuencias negativas que acarreará esta modificación.
El exministro dirigió al presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, un texto en la cuenta oficial de Twitter, diciendo que «a raíz de la decisión de situar la respuesta al brote de ébola bajo su supervisión directa, y anticipando la cacofonía perjudicial que inevitablemente resultará de esta decisión, le presento mi renuncia a las funciones de ministro de Sanidad».
Por otro lado, Tshisekedi tendrá la asistencia de una secretaría «técnica y multisectorial»; encabezada por el profesor Jean-Jacques Muyembe, uno de los investigadores que descubrieron el virus del ébola en Zaire (actual RDC) en 1976.
También, Ilunga deploró que la secretaría técnica se crease por un decreto «retroactivo y refrendado» sin su conocimiento; mientras él se halló supervisando la respuesta en la ciudad de Goma, adonde llegó el ébola la semana pasada.
Emergencia mundial
Por su parte, Félix Tshisekedi decidió asumir el control de la epidemia, luego que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificara el pasado 17 de julio como una » emergencia de salud pública de alcance internacional».
El último reporte divulgado por el Ministerio de Sanidad congoleño el número de víctimas mortales se sitúa en 1.737 personas (1.643 confirmadas) y 2.578 contagios (de ellos, 2.484 positivos en laboratorio).
Es el brote más letal del Congo y el segundo del mundo; tras la epidemia en África Occidental de 2014 en la que fallecieron más de 11.000 personas.
Puedes leer: Naufragio de embarcación en el Congo dejó veintena de muertos