John Tinniswood, el hombre más longevo del mundo, falleció a los 112 años en Southport, Inglaterra. El británico, que vivió más de un siglo y cuarto, dejó un legado imborrable marcado por su longevidad y su espíritu incansable.
Testigo de dos guerras mundiales y de grandes cambios sociales, Tinniswood nació en Liverpool en 1912. Durante la Segunda Guerra Mundial, desempeñó un papel crucial en el Cuerpo de Pago del Ejército, organizando la logística y el suministro de alimentos. Tras la contienda, trabajó en empresas petroleras hasta su jubilación a los 60 años.
El Libro Guinness de los Récords destacó su inteligencia, valentía y gran sentido del humor. «Haz siempre lo mejor que puedas», solía aconsejar Tinniswood. Y así lo hizo a lo largo de su vida, dejando una profunda huella en quienes lo conocieron.
Su centenario fue celebrado con una tarjeta de cumpleaños enviada por la reina Isabel II. Sin embargo, su mayor reconocimiento llegó en abril de 2024, cuando se convirtió en el hombre vivo más longevo del mundo.
«John tenía muchas cualidades excelentes. Era inteligente, decidido, valiente, tranquilo en cualquier crisis, talentoso para las matemáticas y un gran conversador. Nuestros pensamientos están con su familia en este momento», expresó el Libro Guinness de los Récords.
Tinniswood partió de este mundo rodeado del amor de sus seres queridos y de la música que tanto amaba. Su legado perdurará como un recordatorio de la fuerza del espíritu humano y de la importancia de vivir cada momento al máximo.
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