Una mujer de 37 años fue arrestada por las autoridades francesas por asesinar a sus cinco hijos recién nacidos y posteriormente, congelarlos.

El abogado general del Tribunal Penal de Burdeos había pedido 12 años de cárcel contra Ramona Cañete, que podría haber obtenido cadena perpetua por los crímenes cometidos en la localidad de Louchats.
La madre reconoció que había dejado a los recién nacidos en el agua después de haber dado a luz en una bañera, para luego congelarlos. Pero hasta el juicio afirmó que no se acordaba exactamente de los hechos.
Este caso se conoció en 2015 cuando su esposo, Juan Carlos Cañete, dio la alerta después de que una de las dos hijas adolescentes de la pareja descubriera un primer cadáver de bebé en el domicilio familiar. Los gendarmes encontraron rápidamente a los otros cuatro recién nacidos en un congelador.
Ramona Cañete ya efectuó tres años de prisión preventiva y podría beneficiarse de una puesta en libertad condicional antes del fin de la pena. Cuando salga de la cárcel, será sometida a un seguimiento sociojurídico durante cinco años.
Las últimas palabras de la mujer ante la corte fueron para pedir perdón, entre lágrimas a sus allegados y a sus dos hijas, Andréa de 19 años y Adriana de 17 años, ambas presentes para dar apoyo a su madre. “Perdón también a la sociedad, a la que he conmocionado con estos actos”, dijo.
Cuando se descubrió este caso, su marido fue acusado por no denunciar los crímenes y por encubrimiento de cadáveres pero cuando terminó la investigación fue absuelto y se presentó como parte civil.
Con información de AFP
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