Un niño identificado como Ian Eulacio Echarry de tan solo 2 años falleció por shock hipovolémico (severa deshidratación), presencia de alcohol en su organismo y un desprendimiento de hígado en el estado de La Guaira.
Según el relato de Dorainny Eulacio, tía del niño, la historia comenzó cuando la madre de Ian, Michell Eulacio, confió el cuidado de su hijo a su comadre, Rebeca Matos Martínez (27), y a una amiga de esta, Saray Díaz. La entrega del menor se produjo mientras Michell se ausentaba por dos meses para realizar diligencias en el estado Táchira.
Al regresar a La Guaira, Michell se encontró con una inesperada exigencia por parte de Díaz, quien le solicitó un pago por el tiempo que cuidó al niño, un acuerdo que nunca se había establecido previamente. Ante la difícil situación económica de la madre, Saray Díaz habría proferido una escalofriante amenaza: «Me paga o de lo contrario, mi comadre, me puedo llevar a Ian a un sitio donde no lo va a encontrar nunca más en la vida».
Días de angustia y un fatal desenlace
La falta de recursos impidió que Michell pudiera pagar la suma exigida, lo que derivó en la retención de su hijo. La situación tomó un giro aún más trágico cuando, el domingo 27 de abril, Matos y Díaz participaron en una fiesta donde consumieron bebidas alcohólicas. Al día siguiente, lunes 28 de abril, el pequeño Ian amaneció muerto.
Las mujeres trasladaron de inmediato al niño a la Maternidad de Macuto, pero lamentablemente ya era demasiado tarde. Los médicos, al realizar la autopsia, descubrieron que Ian no había ingerido líquidos en los últimos días y presentaba signos de haber sido brutalmente golpeado, lo que ocasionó el desprendimiento de su hígado y una consecuente hemorragia interna que resultó fatal.
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