Este sábado, el Ejército de Colombia informó que rescataron a un niño indígena de dos años de edad que había sido secuestrado por disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el noreste del país suramericano.

El niño indígena es hijo de dos integrantes del grupo armado que operaban en el departamento de Arauca; y lo raptan cerca de la frontera con Venezuela, «como prenda de garantía», para «obligar» a sus padres a permanecer en las filas de la disidencia.
Por supuesto, la Fuerza de Tarea Quirón a través de un comunicado denunció públicamente que «la reprochable práctica de raptar a los menores de edad en todos los casos; particularmente para obligar a sus padres a engrosar las filas de los grupos armados organizados al margen de la ley».
No obstante, los padres señalaron que «el niño había sido arrebatado de sus brazos el pasado 26 de abril»; está declaración permitió que una fuerza coordinada entre fiscales, militares y policías se encargaran de investigar, lo que facilitó el caso para localizar el paradero del pequeño en un inmueble del municipio de Arauquita, Colombia.
Tras su liberación, el niño es entregado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; a fin de brindar atención al infante.
Cabe destacar que en el transcurso del día una mujer fue capturada durante el operativo.
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