La Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó de su lista de enfermedades mentales a la transexualidad, que por muchos años e incluso en la actualidad, se ha visto con malos ojos.

La decisión de la OMS es considerada por las asociaciones de afectados clave para intentar la normalización de sus vidas, igual que fue la despatologización de la homosexualidad en 1990. Con esta decisión se evita dar justificaciones a quienes intentan curar o tratar la transexualidad, lo que supone una agresión para las personas de esta condición y es causa de discriminación y violencia.
La nueva clasificación incluye otros aspectos, como la adicción a los juegos. También simplifica la definición del estrés postraumático y refuerza los controles de los microorganismos resistentes, otra de las amenazas de la salud mundial.
Con información El País
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