Este miércoles, a través de una carta extraordinaria el papa Francisco admitió que cometió «errores graves» al evaluar el escándalo de abusos sexuales perpetrados por clérigos católicos en Chile.

El pontífice invitó a las víctimas a Roma para que él puede rogarles perdón, además convocó a los obispos chilenos al Vaticano pronto para analizar el escándalo, que empañó tanto su reputación como la de toda la Iglesia chilena.
La falta de una «información verídica y balanceada» fue lo que le impidió juzgar acertadamente el caso del obispo Juan Barros, un protegido del más notorio cura abusador de Chile y que le reclamaron los fieles en su reciente visita al país.
Con información de Últimas Noticias