Puerto Rico se recupera lentamente de un nuevo apagón masivo que sumió a la isla en la oscuridad en la víspera de Año Nuevo.
El apagón comenzó a las 5:30 AM del martes 31 de diciembre y afectó a 1.5 millones de clientes. Esto debido a una falla en un cable subterráneo, según informó LUMA Energy, la empresa encargada de la transmisión de energía en la isla. La avería desencadenó una reacción en cadena que dejó sin luz a prácticamente todo el territorio puertorriqueño.
La interrupción del servicio eléctrico generó caos en la isla, especialmente en un momento en que el turismo se encuentra en su punto máximo y las celebraciones de fin de año estaban a punto de comenzar. Edificios, semáforos y sistemas de transporte quedaron inoperativos, causando grandes inconvenientes a la población.
«La falla causó un efecto cascada que condujo al apagón general», explicó José Pérez, director de asuntos externos de LUMA Energy.
Afortunadamente, los servicios esenciales como los aeropuertos de San Juan, las plantas de agua potable y la mayoría de los hospitales pudieron restablecer la energía con relativa rapidez.
Sin embargo, LUMA Energy advierte que aún podrían producirse cortes de energía en algunas zonas mientras las plantas de generación alcanzan su nivel óptimo de funcionamiento. Esta situación ha generado preocupación entre la población, que reclama una solución definitiva a los problemas crónicos de la red eléctrica.
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