El trauma sigue intacto. Niños que presenciaron la explosión en el conjunto residencial Terrazas de San Diego, recuerdan con miedo e incertidumbre aquella mañana del 26 de marzo, en donde no sólo perdieron sus viviendas sino también gran parte de sus vidas, reseñó Caraota Digital en su página web.

Una niña de cuatro años de nombre Anastasia, llora de repente al recordar ese día. Su madre, Diliana Barrientos, señaló que no para de hablar de eso, a cada rato cuenta lo sucedido sin importar dónde esté.
Barrientos narró los sucesos de esa mañana, en la que se levantó de golpe tras la fuga de gas. «“Había vidrios en la cama de la niña, ella estaba llorando, abrimos la puerta y todo estaba lleno de humo, había llamas en la planta baja, y ella no entendía qué sucedía”. dijo al medio.
En total, fueron 10 infantes, 26 adultos, una discapacitada y dos embarazadas, quienes quedaron sin hogar.
Con información de Caraota Digital
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