La Casa Amarilla, sede de la cancillería venezolana, abrió sus puertas este miércoles para rendir honores a los restos mortales de Alí Rodríguez Araque.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, hizo acto de presencia en el homenaje póstumo en Capilla Ardiente donde expresó que «Despedimos a un hombre que en el transcurso de su vida fue consecuente, fue ejemplo de militante revolucionario, de hombre de bien, de compromiso».
Vale recordar que, Rodríguez Araque fue un político, abogado y diplomático venezolano, que desempeñó varios cargos, tales como: canciller, ministro de Energía y Minas, presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ministro de Economía y Finanzas.
Antes de su fallecimiento se desempeñaba como embajador de Venezuela en La Habana, Cuba.
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Con información de Globovisión
