La adicción a las redes sociales y el uso excesivo de las pantallas, ya sea celulares, laptop o computadoras, es un problema que ha venido creciendo durante los últimos años.
En 2004, el autor e inversor Patrick J. McGinnis acuñó el término FOMO (Fear of Missing Out) para describir el “miedo a perderse algo” de la actualidad.
Síndrome del Fomo
Ahora, los psicólogos reconocen este término como un trastorno o síndrome real que padecen tanto adolescentes como adultos adictos a revisar las plataformas sociales, que además pueden desarrollar problemas emocionales y de salud mental.
En un estudio publicado en el portal especializado Psycnet, se explica que este problema hace referencia a la adicción de estar continuamente conectados a Internet y revisar de manera constante las redes sociales.
Señalan que las distintas plataformas que existen, como Facebook, X (antes Twitter), Instagram o TikTok, inciden en su desarrollo por lo que instan a las compañías a crear medidas para hacerlas menos adictivas.
El fenómeno de FOMO comienza con el miedo que siente el usuario a ser excluido de la comunidad virtual o de perderse las novedades que aparezcan mientras no se esté conectado.
La persona que padece este síndrome suele revisar las redes sociales apenas se despierta y es lo último que hace antes de dormir. Incluso, algunos pierden horas de sueño al no conseguir despegarse de la pantalla.
Características de una persona con FOMO
-Una de las señales más evidentes de padecer este trastorno, es estar continuamente conectados a la red a través de distintos dispositivos.
-Otro signo es presentar problemas de conducta o cambio de hábitos, horarios y rutinas. Incluso, pueden originarse fallas en los estudios o en el trabajo como consecuencia de la adicción a las redes sociales.
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