Tras investigaciones científicas y penales, la policía de Dakota del Sur, Estados Unidos, arrestó a una mujer que abandonó a su hijo hace 40 años en un zanja.
El 28 de febrero de 1981, Lee Litz halló al bebé, bautizado como Andrew John Doe, envuelto en unas mantas y, desde entonces, lo considera como su «hijo perdido», como relató a la publicación local The Argus Leader.
El menor, que habría nacido el día anterior, tenía la placenta adherida y lágrimas heladas en las mejillas. Posteriormente, los forenses dictaminaron que había muerto congelado.
El caso quedó sin resolver y se reanudó en 2009 se reabrió la investigación, teniendo la policía los aparatos suficientes para resolver casos antiguos mediante el ADN. Así, la investigación se volvió a poner en marcha con la exhumación del cuerpo del bebé para extraer material genético y siguió su curso durante otros 10 años.
Los los resultados dieron como sospechosa a Bentaas, quien fue arrestada el pasado 8 de marzo y relató que «era muy joven y estúpida», por lo que decidió llevar el embarazo en secreto, dar a luz en su apartamento para posteriormente abandonar al recién nacido en un maizal; Murió congelado.
Con información de Actualidad RT
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