En el corazón de la Amazonía, la terapia para niños con discapacidad asistida con delfines amazónicos, específicamente con delfines rosados (Inia geoffrensis) aprovecha la conexión única entre estos cetáceos y los humanos para estimular el desarrollo cognitivo, emocional y motor de los niños.
Terapia con delfines amazónicos: Un encuentro mágico en el agua
Las sesiones de terapia se llevan a cabo en el hábitat natural de los delfines, ríos y lagunas amazónicas, bajo la supervisión de especialistas.
Se cree que la ecolocación y las vibraciones ultrasónicas de los delfines generan estímulos positivos en el sistema nervioso de los niños. Además, el ambiente acuático facilita la movilidad y la relajación muscular, beneficiando a niños con parálisis cerebral, autismo, síndrome de Down y otros trastornos del desarrollo.
Las sesiones incluyen juegos en el agua, contacto directo con los delfines y ejercicios diseñados por terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas. Esta interacción mejora la atención, la coordinación y la comunicación no verbal en los niños, y reduce la ansiedad, aumentando su confianza y motivación para socializar.
Un ebate abierto
A pesar de los testimonios de familias que reportan mejoras significativas en la calidad de vida de sus hijos, la terapia con delfines amazónicos es objeto de debate. Algunos expertos cuestionan la evidencia científica sobre sus beneficios a largo plazo y advierten sobre el impacto en los delfines y su hábitat.
Es crucial que estas terapias se realicen en condiciones controladas, garantizando el bienestar animal y el respeto por el ecosistema. La combinación de la conexión con la naturaleza, la interacción con los delfines y el trabajo terapéutico crea una experiencia enriquecedora que promueve el desarrollo integral de los niños.
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