Un devastador terremoto de magnitud 7,3 sacudió Vanuatu el este martes, dejando un trágico saldo de al menos 14 personas fallecidas y más de 200 heridos. La capital, Port Vila, fue una de las zonas más afectadas, sufriendo daños estructurales en edificios emblemáticos y desencadenando una crisis humanitaria que mantiene en vilo a la pequeña nación insular.
Según la Oficina de Gestión de Desastres de Vanuatu, la mayoría de las víctimas mortales se concentraron en Port Vila, donde se registraron múltiples deslizamientos de tierra y colapsos de estructuras. Además, se reportan numerosos heridos y desaparecidos, por lo que se teme que el número de víctimas aumente en las próximas horas.
El sismo, cuyo epicentro se ubicó a unos 30 kilómetros al oeste de la capital y a una profundidad de 57,1 kilómetros, provocó daños significativos en infraestructuras críticas. Al menos diez edificios, incluyendo las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda, sufrieron daños estructurales. El aeropuerto de Port Vila permanece cerrado, salvo para vuelos de emergencia y ayuda humanitaria.
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