Un grupo de científicos alemanes liderado por Christina Zielinski informó que el consumo exacerbado de sal modifica el comportamiento del sistema inmunitario.

El estudio publicado por la Universidad Técnica de Múnich sugiere que el cloruro de sodio, principal componente de la sal de cocina común, es un considerable generador de afecciones cutáneas como el eccema severo, es decir, puede dañar la piel.
El eccema severo o dermatitis atópica es una condición crónica de la piel que consiste en el enrojecimiento y engrosamiento del órgano debido a la disfunción en su superficie transformándola en dermatitis, siendo esta última de origen alimentario.
Zielinski investigó las regiones de la piel afectadas de los pacientes con dermatitis atópica. Los resultados evidenciaron un incremento de los niveles de sodio en comparación con pacientes sanos. Aunque al respecto afirmó que «medir las concentraciones de sodio en el tejido es complicado».
La investigación también indicó que el cloruro de sodio promueve las respuestas en las células de Th2, presentes en las enfermedades alérgicas, que aumentaron en los últimos 50 años debido a factores ambientales, especialmente, en los países industrializados.
Los investigadores demostraron en cultivos celulares que la sal conduce a la formación de estas células, las cuales son activas en condiciones alérgicas como la dermatitis atópica. Además, detectaron concentraciones elevadas del compuesto químico en la piel de los pacientes.
Previamente, comprobaron que la sal en la dieta promueve la concentración de células TH17, implicadas en el desarrollo de enfermedades auto-inmunes como la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico y la psoriasis.
Con información de Telesur