La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha emitido una alerta preocupante: Venezuela se ha convertido en el segundo país del mundo, junto a Eslovenia, en perder todos sus glaciares en la era moderna. La desaparición del glaciar Humboldt en 2024 marca un hito alarmante en el retroceso de los glaciares andinos, un fenómeno que está teniendo graves consecuencias para el clima de Latinoamérica.
Según el informe de la OMM sobre el estado del clima en la región, los 5.500 glaciares de los Andes han perdido el 25% de su cobertura de hielo desde finales del siglo XIX. La velocidad a la que se derriten los glaciares tropicales es diez veces superior a la media mundial, lo que pone en riesgo el suministro de agua para millones de personas.
El deshielo de los glaciares y el calentamiento de los océanos están provocando un aumento del nivel del mar, lo que incrementa la vulnerabilidad de las comunidades costeras de América Latina y el Caribe. Además, la desaparición de glaciares como el Conejeras en Colombia y el Martial Sur en Argentina, declarados extintos en 2024, evidencia la rapidez con la que estas formaciones están desapareciendo.
El cambio climático está intensificando los eventos extremos en la región, como huracanes, incendios forestales, sequías e inundaciones, con graves impactos en la economía y el bienestar de la población.
A pesar de este panorama sombrío, la OMM destaca avances importantes en la región. El desarrollo de sistemas de alerta temprana y el crecimiento de las energías renovables, que ya representan el 70% de la matriz energética latinoamericana, son ejemplos de ello.
Además, iniciativas tecnológicas en países como Costa Rica y Chile, que utilizan inteligencia artificial para optimizar la gestión de parques eólicos y paneles solares flotantes, muestran el potencial de la región para enfrentar el cambio climático.
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