Si bien el chicharrón ha sido tradicionalmente asociado con comidas copiosas y ocasiones especiales, la ciencia nos revela una faceta más saludable de este manjar.
Al igual que el aceite de oliva, el chicharrón contiene ácido oleico, una grasa monoinsaturada que ayuda a reducir el colesterol «malo» y aumenta el colesterol «bueno», protegiendo así nuestro corazón.
Además, su contenido en colágeno, una proteína esencial para la salud de articulaciones, piel y huesos, lo convierte en un aliado inesperado para mantenernos jóvenes y activos.
El chicharrón no solo es delicioso, sino que también aporta múltiples beneficios a quienes lo consumen de manera moderada. Entre sus propiedades, destaca su capacidad para generar sensación de saciedad debido a su alto contenido de colágeno, lo que ayuda a controlar el apetito y podría contribuir a la pérdida de peso. Además:
- Grasas saludables: Su alto contenido en grasas insaturadas, similares a las del aceite de oliva, ayuda a reducir el colesterol y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes.
- Proteínas en abundancia: Una porción de 28 gramos de chicharrón aporta 17 gramos de proteína, lo que fortalece los músculos y prolonga la sensación de saciedad.
- Ácido esteárico: Este ácido graso saturado no eleva los niveles de colesterol, lo que lo convierte en una opción más saludable de lo que parece.
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