El 1 de mayo de 1994, el mundo automovilístico perdió a la leyenda Ayrton Senna, luego de sufrir un grave accidente en el Gran Premio de San Marino.
El piloto automovilista brasileño estrelló su coche a casi 320 kilómetros por hora contra un muro de contención; convirtiéndose así en el segundo campeón del mundo que moría durante la disputa de un Gran Premio. El primero fue el austriaco Jochen Rindt (1970).
Ayrton Senna fue tres veces campeón mundial de Fórmula 1 con la escudería Marlboro-McLaren-Honda. El brasileño se destacó por la precisión de su técnica de conducción y un cierto grado de audacia, combinación que lo hacía prácticamente invencible bajo la lluvia.
Desde muy pequeño, Senna se inclinó por las competiciones automovilísticas. A los cuatro años ya conducía karts, participó en su primera carrera a los trece y triunfó en 1977, en el Campeonato Panamericano.
Pero, en 1981 debutó en la Fórmula Ford 1600 y se hizo con el campeonato británico de la modalidad. En 1982, fue campeón europeo y británico de la Fórmula Ford 2000, y en 1983 campeón británico de la Fórmula 3.
Sus triunfos no cesaron, porque en 1988 obtuvo su primer título mundial de Fórmula 1. Corrió con McLaren-Honda y ganó ocho Grandes Premios (San Marino, Canadá, Detroit, Gran Bretaña, RFA, Hungría, Bélgica y Japón).
En 1990 Senna volvió a ganar el mundial de Fórmula 1, con victorias en los grandes premios de Estados Unidos, Mónaco, Canadá, Alemania, Bélgica e Italia.
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