Un reciente estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), publicado en la revista Nature, ha revelado un aspecto sorprendente del ayuno intermitente.
Los investigadores descubrieron que, si bien el ayuno puede estimular la regeneración de los tejidos intestinales al activar las células madre (células con la capacidad de convertirse en cualquier tipo de célula), esta misma activación podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer en ciertas condiciones.
Las células madre intestinales son fundamentales para reparar los daños en el revestimiento intestinal. El ayuno parece potenciar su actividad, pero este estudio sugiere que un exceso de regeneración, especialmente cuando se combina con la presencia de agentes que dañan el ADN (mutágenos), podría favorecer el desarrollo de pólipos intestinales, que son crecimientos anormales que, en algunos casos, pueden convertirse en cáncer.
Los investigadores del MIT estudiaron ratones y observaron que aquellos que ayunaron y luego volvieron a comer tenían una mayor cantidad de células madre intestinales, pero también un mayor riesgo de desarrollar pólipos si habían sido expuestos a sustancias que dañan el ADN.
Estos resultados sugieren que, aunque el ayuno intermitente se ha asociado con diversos beneficios para la salud, es importante comprender los mecanismos subyacentes y considerar los posibles efectos secundarios, especialmente en personas con factores de riesgo de cáncer.
Se necesitan más investigaciones para determinar si estos hallazgos son aplicables a los humanos y para desarrollar estrategias que permitan aprovechar los beneficios del ayuno sin aumentar los riesgos.
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