La pequeña ciudad brasileña de Baía da Traição, en el estado brasileño de Paraíba, se encuentra en una situación límite debido al inexorable avance del mar. El cambio climático, sumado a la ocupación descontrolada de la costa durante décadas, ha desencadenado una erosión costera que amenaza con borrar del mapa a esta comunidad de pescadores.
Desde 2010, el mar ha devorado metros de playa y decenas de viviendas, dejando a cientos de personas sin hogar. El pasado sábado, el último recuento arrojó la cifra de 20 casas destruidas, un doloroso recordatorio de la fragilidad ante la fuerza de la naturaleza.
«La situación es crítica», afirma el geógrafo Saulo Vital. «El calentamiento global provoca un aumento del nivel del mar y eventos climáticos extremos más frecuentes, lo que acelera los procesos erosivos». A esto se suma la ocupación indebida de la franja costera, que ha eliminado las barreras naturales que protegían la costa.
Los expertos advierten sobre las consecuencias a largo plazo. Se estima que Baía da Traição podría perder hasta seis metros de costa cada año, amenazando no solo las viviendas, sino también la principal fuente de agua potable de la ciudad. Si el mar alcanza el río, las consecuencias para la salud pública serían incalculables.
«Necesitamos soluciones integrales y a largo plazo», alerta el geógrafo Erickson Torres. «Colocar unas piedras no es suficiente. Debemos invertir en investigación, desarrollar planes de adaptación al cambio climático y promover un uso sostenible de la costa».
Los habitantes de Baía da Traição claman por ayuda mientras ven cómo su hogar desaparece poco a poco. Sus testimonios son un desgarrador llamado de atención sobre la urgencia de actuar ante la crisis climática.
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