Miles de seguidores del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro han invadido este domingo la sede del Congreso Nacional, el Palacio Presidencial de Planalto y la Corte Suprema, los tres poderes del Estado, y han reclamado una intervención militar para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Diferentes grupos de bolsonaristas radicales, que defiende tesis golpistas, superaron las barreras policiales y se enfrentaron con los agentes de seguridad, que respondieron al asalto con gases lacrimógenos.
Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, entraron en las oficinas del Palacio Presidencial, tomaron los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado, y arrancaron la puerta del presidente de la Corte Supremo, en unas imágenes que recuerdan al asalto al Capitolio por los seguidores de Trump hace dos años.
Tres horas después de que comenzara el ataque, las fuerzas de seguridad han retomado el control de los tres edificios institucionales.
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