La llegada de tres buques de guerra y un submarino de propulsión nuclear de la Armada rusa al puerto de La Habana ha generado tensión en la región, con Estados Unidos declarando que los está vigilando «de cerca y con cuidado».
El buque insignia de la flota, la fragata Almirante Gorshkov, atracó en La Habana el miércoles por la mañana y permanecerá allí hasta el 17 de junio.
Hablando con la prensa a bordo del avión presidencial, Sullivan afirmó que Rusia ya había realizado maniobras cerca de la isla mientras otras Administraciones estadounidenses estaban en el poder. «Es algo que vigilamos de cerca y con cuidado. Es algo sobre lo que nos pronunciamos públicamente varios días antes de que ocurra. El mundo entenderá el contexto y el mundo también sabrá que estamos vigilando», dijo.
El asesor indicó que Washington observará cómo se desarrolla la situación en los próximos días. «Pero ya hemos visto este tipo de cosas antes y esperamos volver a ver este tipo de cosas», dijo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba señaló que «ninguno de los navíos es portador de armas nucleares, por lo que su escala en el país no representa una amenaza para la región«. De acuerdo con la Cancillería cubana, durante su estancia, los marinos rusos «cumplirán un programa de actividades que incluye visitas de cortesía al jefe de la Marina de Guerra Revolucionaria y a la gobernadora de La Habana», así como «recorrerán lugares de interés histórico y cultural».
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