El mito de que levantar pesas detiene el crecimiento es una idea obsoleta, la ciencia ha demostrado que la altura está determinada principalmente por factores genéticos y hormonales.
Los menores de edad pueden empezar a acudir a centros de entrenamiento a partir de los 12 años, para realizar ejercicios adecuados a sus capacidades, que les ayuden a mejorar su salud y favorecer su correcto crecimiento.
Entrenamiento desde la adolescencia
Un entrenamiento de fuerza adecuado, supervisado por un profesional, no solo no afecta negativamente el crecimiento, sino que puede incluso potenciarlo al estimular la producción de hormonas como la testosterona, esencial para el desarrollo muscular y óseo.
Un entrenador especializado, indicó, que en cuanto a la frecuencia, indicó que los preadolescentes pueden entrenar inicialmente 3 veces a la semana y, una vez que acondicionen su cuerpo, aumentar a 4 días semanales. Igualmente, el experto aclaró que las sesiones deberían tener una duración de entre 45 minutos y una hora.
Puedes seguir leyendo: Desayuno Power: Huevos revueltos con avena para empezar el día con energía