La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado que existe un 70% de probabilidades de que el fenómeno climático de La Niña se presente entre agosto y noviembre de este año. Este evento, caracterizado por temperaturas más frías en el Océano Pacífico ecuatorial, tendrá un impacto significativo en el clima global durante la segunda mitad del 2024.
La llegada de La Niña contrasta con el fenómeno de El Niño que ha dominado el clima en los últimos meses. El Niño, asociado a un aumento de las temperaturas, ha contribuido a que el 2023 sea el año más cálido registrado hasta la fecha. Sin embargo, los expertos enfatizan que, a pesar de la variabilidad natural del clima, el calentamiento global a largo plazo, impulsado por la emisión de gases de efecto invernadero, sigue siendo la principal amenaza para el planeta.
La Niña se caracteriza por una disminución de la temperatura superficial del agua en el Océano Pacífico central y oriental. Este cambio en las condiciones oceánicas desencadena alteraciones en la circulación atmosférica tropical, lo que se traduce en modificaciones en los patrones de viento y lluvia a nivel global.
Si bien el fenómeno de La Niña puede traer consigo temperaturas más frías en algunas regiones del mundo, también puede generar sequías e inundaciones en otras zonas. Es de suma importancia que los gobiernos, las organizaciones y la población en general se preparen para los posibles impactos de este evento climático a fin de minimizar sus efectos negativos.
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