Un devastador incendio ocurrido en la madrugada del viernes, en la residencia de ancianos Jardines de Villafranca, ubicada en la localidad aragonesa de Villafranca de Ebro, cerca de Zaragoza, España ha cobrado la vida de diez personas y dejado a dos gravemente heridas.
El suceso ha conmocionado a España y ha puesto en el punto de mira las condiciones de seguridad en estos centros.
Según confirmó el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, el fuego se propagó rápidamente por la residencia, que albergaba a 82 residentes, en su mayoría personas mayores y también algunos pacientes con enfermedades mentales. Los bomberos, alertados rápidamente, lograron controlar las llamas, pero el balance de víctimas fue trágico.
Posibles causas y consecuencias
Las autoridades investigan las causas exactas del incendio, aunque se barajan varias hipótesis, entre ellas una posible negligencia o falta de medidas de seguridad adecuadas. El ministro Torres insinuó que la escasez de personal en la residencia podría haber dificultado la evacuación de los residentes y agravado las consecuencias del siniestro.
Esta tragedia ha reavivado el debate sobre la calidad de los servicios en las residencias de ancianos en España. Expertos y asociaciones de mayores han denunciado en numerosas ocasiones las deficiencias en materia de seguridad, personal y atención a los residentes en muchos de estos centros.
El Torres ha hecho un llamamiento a revisar el modelo de atención a las personas mayores en España, destacando la necesidad de garantizar condiciones de seguridad óptimas en las residencias y de contar con el personal suficiente para atender a los residentes.
«Es importante que las residencias tengan otro formato, e indudablemente son cuestiones que también tienen que hacernos pensar y recapacitar a todos. Indudablemente lo que no podemos tener es recortes cuando se habla de las personas mayores, porque (…) tienen dificultad ante cualquier situación para poder moverse», afirmó Torres.
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