El sexo juega un papel fundamental en los primeros 100 días de una relación, ya que el deseo sexual prácticamente maneja toda la situación entre las dos personas.
Para empezar, esta es la etapa de ebullición química del amor. Según el psicólogo Enrique García Huete, los síntomas son claros:
“Existe deseo, atracción, nerviosismo, excitación constante, una necesidad constante de besar y abrazar a nuestra pareja.”
“El apetito sexual es alto y la mente parece alterada. No hay diferencias entre uno y otro.” Explica García.
Por otro lado, por razones evolutivas, la atracción previa al amor romántico permitió buscar una pareja compatible sin gastar demasiada energía.
“Los hombres quedan fascinados por un cuerpo voluptuoso con caderas anchas y senos grandes, como atributos visibles de fertilidad.” Comenta el psicólogo
“Las mujeres se excitan más ante un hombre con apariencia vigorosa que denote fortaleza genética”, detalla García Huete.
A partir de ahí, y durante al menos los primeros 100 días de relación, todo es impulso sexual, influencia hormonal y respuestas fisiológicas.
El sexo tiene el control en estos 100 días, según la ciencia
Investigadores de la Escuela de Medicina Albert Einstein en Nueva York sometieron a un grupo de recién enamorados, hombres y mujeres, a escáneres cerebrales que permitían observar su reacción cuando se les mostraba una imagen de la persona amada.
Se detectó una intensa activación del circuito de placer.
Asimismo, el circuito se ve inflamado por dosis extraordinarias de hormonas que explicarían las respuestas fisiológicas típicas del enamoramiento.
Dopamina, responsable de la búsqueda de placer y recompensa; testosterona y estrógenos, que aumentan la libido; norepinefrina, causante de insomnio, pérdida de apetito, ansiedad y taquicardia; y vasopresina, que se activa durante el contacto sexual.
Por el contrario, los niveles de serotonina, un neurotransmisor con efecto calmante, disminuyen drásticamente durante estos primeros 100 días.
Dicha disminución genera ese estado de locura temporal tan característico del enamoramiento.
Asimismo, los científicos también observaron una especie de “apagón” en la corteza prefrontal, una de las áreas responsables del sentido común y de la capacidad de discernir entre lo conveniente y lo inoportuno.
Con las zonas erógenas excitadas y la corteza prefrontal debilitada, el recién enamorado solo busca intensos placeres, se siente eufórico y no puede librarse de esa dependencia emocional
¿Todavía queda alguna pregunta sobre por qué perdemos la cabeza cuando nos enamoramos?
Todo lo que sube… tiene que bajar
Sin embargo, Donatella Marazziti, de la Universidad de Pisa, observó que esa fase tumultuosa de amor apasionado, que afecta por igual a hombres y mujeres, disminuye en pocos meses y hace que los niveles hormonales recuperen la sensatez y el cerebro recobre la cordura.
La intensidad sexual se va desvaneciendo. Son sentimientos demasiado extremos como para mantenerlos a largo plazo.
En realidad, esto explicaría la fecha de caducidad del enamoramiento. Según García Huete, estamos biológicamente programados para sentir la pasión durante un tiempo limitado, entre 18 y 30 meses.
Y esa pasión poética y descontrolada da paso al juicio. Y tal vez este nos indique que lo que nos impresionó a primera vista no era lo más acertado.
O puede ser que si y la oxitocina podría entonces convertir esa atracción inicial en el comienzo de un amor duradero.
De la atracción pasamos a la intimidad. Las caricias, el contacto físico y el abrazo protector generan una forma de erotismo diferente, menos basada en la testosterona y más cargada de las hormonas del amor.
En 100 días no tenemos suficiente tiempo para el amor, pero se comienza a construir confianza y un vínculo que convierte a la pareja en confidente de nuestros pensamientos y sentimientos.
Es entonces cuando debemos sentar las bases del amor de convivencia y el amor responsable, capaces de prolongar la relación indefinidamente. “Sin esa inyección hormonal adicional”, advierte el psicólogo, “tendremos que buscar ayuda en la compatibilidad emocional y psicológica, o en el consenso si escasea”.
¿Cómo evitar el síndrome del cansancio afectivo después de los primeros 100 días de pasión ardiente?
No queda otra opción que hacer que esos momentos de pasión vuelvan, aunque sea en momentos específicos, la influencia del sexo en los primeros 100 días es fuerte pero tiene corta duración.
Según García Huete, esto requerirá un esfuerzo doble:
– No descuidar nuestra apariencia, motivación o comportamiento hacia nuestra pareja.
– Intensificar los gestos apasionados e impulsos de los primeros 100 días. Expresar nuestras emociones de manera sincera y directa, con muchos “te quiero”, más poesía y menos rutina.
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