El papa Francisco presidió la Vigilia Pascual en la basílica de San Pedro este sábado, durante su homilía, pidió que “se aleje la desesperación” para “los pueblos destruidos por el mal y golpeados por la injusticia”.
Durante esta larga celebración, que conmemora la espera de la resurrección de Jesús, el papa participó en todos los ritos y leyó con buena voz.
Papa Francisco presidió la Vigilia Pascual en la basílica de San Pedro
En su mensaje, mencionó que a veces sentimos que una lápida ha sido colocada pesadamente en la entrada de nuestro corazón, sofocando la vida, apagando la confianza y encerrándonos en el sepulcro de los miedos y las amarguras.
Llamó a estos obstáculos “escollos de muerte”, que son todas las experiencias y situaciones que nos roban el entusiasmo y la fuerza para seguir adelante.
Entre estas situaciones, citó la muerte de seres queridos, los fracasos, los muros del egoísmo y la indiferencia, y los anhelos de paz quebrantados por la crueldad del odio y la ferocidad de la guerra.
Tradicional bendición del fuego
En esta ceremonia, que es una de las más largas de la tradición y cargada de simbolismos, se bendijo el fuego en el atrio de la basílica y se encendió el cirio pascual.
Después, se realizó la tradicional procesión con la entrada de los concelebrantes en total silencio y a oscuras, solo con las velas encendidas para representar la ausencia de luz tras la muerte de Jesucristo.
La misa se llevó a cabo ante 6,000 fieles.
El papa tomó la decisión de no acudir al vía crucis en el Coliseo para “salvaguardar su salud” debido a problemas respiratorios en los días anteriores, aunque tanto la ceremonia de hoy como la misa de Resurrección del Domingo quedaron confirmadas.
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