El estudio llevado a cabo desde 2009 hasta 2021 por Panthera, una organización de conservación de felinos, indica que el leopardo indochino está al borde de la extinción o ya ha desaparecido de las junglas de Camboya.
Los investigadores han recopilado información de cientos de cámaras ocultas colocadas en áreas protegidas de la jungla en el este de Camboya, complementada con investigaciones adicionales en 2021.
Dichas investigaciones, los llevó a concluir que la especie puede estar funcionalmente extinta o totalmente erradicada del paisaje.
Asimismo, durante el primer período de diez años, se encontraron 35 leopardos, pero en 2021 no se encontró ninguno.
Este hecho llevó a los investigadores a sugerir que la especie podría estar completamente extinta.
Caza furtiva: un gran problema en Camboya
El informe también indica que los intentos de las autoridades por frenar la caza furtiva en la última década han sido insuficientes.
Por consiguiente, esto ha llevado a la aparente erradicación del leopardo indochino en Camboya, Laos y Vietnam, siguiendo el mismo destino que los tigres en esos países.
La demanda de carne exótica es un motivador significativo detrás de la caza furtiva.
Por eso, el número de trampas letales para animales en la península de Indochina se estima haber aumentado mil veces en trece años.
Los investigadores atribuyen la situación precaria de estos felinos al aumento significativo de la actividad humana, que se ha multiplicado por veinte en el área estudiada, además de la caza furtiva.
Es importante señalar que Camboya ha tenido un fuerte desarrollo económico y una rápida urbanización en las últimas décadas, lo que ha llevado a la destrucción de miles de hectáreas de hábitat para la vida silvestre.
La deforestación no se detiene
El país también ha registrado las mayores tasas de deforestación a nivel mundial en los últimos cincuenta años.
Por consiguiente, perdió aproximadamente 557.000 hectáreas de áreas forestales de 2001 a 2018.
Si bien ha habido una mejora en la última década, los esfuerzos de aplicación de la ley fueron insuficientes.
En concreto, se necesitaban más acciones para evitar que el leopardo desapareciera de su bastión, según Susana Rostro-García, una de las autoras del informe.
Ella ha pedido esfuerzos de conservación para proteger los ejemplares restantes.
Los científicos advierten que la extinción del leopardo indochino en estos países podría ser un presagio de su desaparición en todo el mundo “si no se toman medidas inmediatas”.
Asimismo, las últimas observaciones del animal en Laos y Vietnam fueron en 2004 y a principios de la década de 2000, respectivamente.
Actualmente, los dos hábitats restantes para el leopardo están en la península de Malasia y en el bosque de Tenasserim en la frontera entre Tailandia y Myanmar (Birmania).
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