La crisis política en Nicaragua ha ocasionado que el Gobierno de Panamá se ofrezca como mediador en sus problemas, informó La Patilla.
Panamá es uno de los trece países de América Latina que exigieron el lunes en Bruselas el cese inmediato a los actos de violencia, intimidación y amenazas en Nicaragua y el desmantelamiento de los grupos paramilitares.
Hincapié manifestó que el gobierno de Panamá mantendrá por el momento abierta la embajada en Nicaragua, pero alertó a los ciudadanos panameños para que no viajen a ese país centroamericano.
También dijo que no hay motivo para alarmarse por una hipotética ola migratoria desde Nicaragua hacia Panamá por la crisis.