Una división de seguridad de la firma Recorded Future, encontró que alguien había hackeado al ejército y vendía en el mercado negro un drone MQ-9 Reaper.
Se pudo conocer que el sujeto pedía cantidades de entre 150 y 200 dólares. Además, en las publicaciones estaba incluido un M1 ABRAMS, uno de los tanques más extendidos dentro del ejército americano.
Ejército sin papeles
El vehículo aéreo no tripulado era ofertado con sus documentos, los cuales especificaban tácticas y otro tipo de información que debería ser confidencial y no encontrarse al alcance de cualquiera.
Para el hacker fue sencillo infiltrarse en la red del Pentágono y conseguir todos los datos, debido a que nunca se cambió la clave del router.
Con información de Globovisión